Una visita repentina

Salio a dar un paseo, como todos los dias para tratar de relajarse y olvidar los angustiosos momentos al telefono que pasaba cuando hablaba con Estados Unidos. Camino por algun rato hasta que se dio cuenta de que estaba justo a la casa de Matthew. Subio lentamente las escaleras y toco la puerta esperando que su querido hermano mayor estubiera en casa.

-Espero que no le incomode mi visita... -Penso por un momento y suspiro al ver que nadie salia de la casa. -Quizas debi llamar primero...

Guardo silencio por unos momentos al escuchar la pregunta y despues suspiro con clara muestra de cansancio.

-Hoy hable con Estados Unidos y bueno, ya sabes que no siempre el dice cosas que me agraden... -Cerro los ojos y suspiro nuevamente mientras trataba de relajarse. -La verdad no era mi intencion venir, solo camine y camine, para cuando me di cuenta estaba justo frente a tu casa... -Guardo silencio por un momento y despues un leve rubor le cubrio las mejillas. -La verdad no es mi intencion molestar, en serio.

waaa~ -Sus ojos brillaron de emocion, por el caramelo y por las palabras de animo de Matthew. -Gracias~ -Le dio un suave abrazo al rubio para despues soltarlo sin alejarse mucho. -¿De verdad crees que algun dia podre ser libre?

En ciertos aspectos deseaba mucho su libertad, mas sin embargo habia dos cosas que la detenian. Primero la falta de poder militar, ya que realmente no tenia muchos habitantes. Segundo, no odiaba a Estados Unidos, solo que a veces -o casi siempre- la sacaba de sus casillas.

Comenzó a reír al escuchar a Mathew

-Muchas gracias…

Lo siguió durante todo el paseo mientras hablaban desde las cosas más sencillas como el clima, hasta de los temas que tratarían en las próximas reuniones. Hasta cierto punto, Alaska prefería no platicar mucho de política, pues no entendía mucho sobre los deberes de ser un país y no quería decir cosas tontas.

-Veo que Kumajirou-san ha crecido mucho… -Acarició al oso.

Se sorprendió mucho al sentir como era jalada hacia el mismo agujero.

-¡C-Cuidado! -Grito al ver que caía justo encima de Canadá, sin embargo fue tarde, pues solo sintió como su cuerpo chocaba contra el de él. –Waaa~ -Suspiro adolorida mientras se sentaba, al darse cuenta que estaba sobre Matt se alejo rápidamente. –¡Lo siento! ¿Estás bien? –Pregunto preocupada mientras le ayudaba a levantarse.

Se aferro al brazo de Canadá un tanto asustada, ella no era muy buena en las actividades físicas, así que dudaba mucho que pudiera ser capaz de escalar por el agujero para poder salir.

-¿Qué hacemos? –Pregunto mientras trataba de no alarmarse, sin embargo se abrazo un poco más al chico.