Colándose en festejos ajenos~

Si bien es cierto que el futbol no era un deporte muy practicado por sus habitantes y tampoco tenía una gran importancia en su vida, debía aceptar que durante el último tiempo era el único tema que se escuchaba entre los demás países. Todo el mundo estaba tan preocupado de sus selecciones y, ya que su país no había llegado a clasificar en este torneo, no le quedaba otra opción que ¡colarse en los festejos de sus hermanos pequeños!. Con esta idea en mente -y sin malas intenciones-, se dirigió a casa del “pequeño” Corea, quien había clasificado a octavos de final. Llevaba en sus manos un par de banderines y una bolsa llena de comida, dulces y hojas de té, ¡pues no había celebración sin una buena comida!.

Así, esperando una recepción favorable de parte de su hermano menor, procedió a tocar la puerta con algo de nerviosismo, pues no era común en él llegar sin previo aviso -de hecho era algo bastante maleducado de su parte-, pero la vergüenza por invitarse a festejar un triunfo que no le correspondía era mayor. Por ello, aun sin tener mucho conocimiento acerca de las reglas básicas del deporte occidental, esperó que Im Yong Soo pudiera recibirle para ver su próximo partido.

Con todo esto del mundial ultimamente estaba muy nervioso no sabia si iba a lograr hacerlo bien en el partido que lo tocaba con un tal paraguay o uruguay la cosa es que iba a esforzarse porque despues de todo el futbol se habia originado en Korea y tambien las copas del mundial.
Pensaba en todas esas cosas cuando escucho que tocaron la puerta y fue a abrir espereando que no fuera un repartidor de pizza que se habia equivocado de direccion porque ahora no tenia dinero para pagar una pizza y seguramente se le antojaria. Abrio la puerta y exclamo con felicidad:
- ¡¡ANIKI!! - lo abrazo como un panda y le dio vueltas -. Veniste a verme verdad daze??
Si que estaba emocionado de ver a aniki en su casa y NO en la de japon. A lo mejor eso queria decir que aceptaba que sus pechos eran mas propiedad suya que de Kiku.

Había sido una recepción bastante efusiva... demasiado tal vez. Se vio obligado a soltar las bolsas que llevaba consigo debido al fuerte abrazo de su hermano menor, e intentó devolverlo, no sin cierta dificultad.

- Así es aru - respondió alegremente - he venido a celebrar junto a ti, si estás de acuerdo aru.

Sonrió sinceramente y se relajó. Al parecer, Korea estaba dispuesto a recibir su visita a pesar de no haberse anunciado.