¡Visitemos Suiza!

Termina los papeles, o seguramente estarás en problemas Mi conciencia estaba "aconsejándome", y era cierto; por más que deseaba librarme del papeleo y dar una vuelta por el bosque, no podía dejar el quehacer para otra ocasión. Las cosas deben de estar organizadas, sin importar que no lo quiera.

Me sujeto el tabique de la nariz con suma frustración, era demasiado y probablemente no terminaría hasta mañana, para entonces ocupaba salir a resolver unos asuntos que se presentaron y quedaba tiempo, pasar el rato con Liechstenstein. En medio de todo el conflicto mental pude detectar sonidos fuera de lo normal, con la tranquilidad que reinaba en los alrededores, uno era capaz de notar los cambios sonoros. Sin pensarlo, tomo el rifle y me acerco a la ventana, a lo lejos, alguien se acerca. Salgo de la habitación, abro la puerta y tengo el rifle preparado, pero sin apuntar realmente.

-¿Hola?- Miro al visitante con un poco de incredulidad, seguramente no estaba al tanto de lo que costaba traspasar la línea entre mi nación y las tierras de los otros cabeza de chorlito.

Creo que no hubiera decidido darle una mirada de odio si México hubiera ahorrado ese comentario, no me gustaba que mencionaran a Liechstenstein, al menos no de esa forma. Dudaba entre si dispararle, no me costaba nada y me calmaba un poco, pero esto solo traería problemas y es lo que menos ocupo con la cantidad de papeleo pendiente.

-Estoy bien... y no, pero supongo que no importa- "No cuando tienes por obligación que aprender como segunda lengua el idioma de cerebro de hamburguesa" Dejo el rifle recargado en una esquina y sigo en el umbral de la puerta.

-¿Qué se te ofrece?- Esperaba que fuera rápido lo que ocupaba, el trabajo no podía esperar más.

Me dediqué a observar el decorado de la casa de Suiza, sorprendido por lo bien que se veía su casa, y encogiéndose de hombros al escuchar que no había pronunciado bien el nombre de su hermanita. Él no tenía la culpa de que le pusieran el nombre más enredado que había escuchado, aunque de todas formas trabajaría duro para aprenderse el nombre de LecheEinstein lo más rápido que pudiera

─ Ahhhh, ¿que a qué vengo?─ salió de su ensimismamiento para mirarlo con seriedad ─ Verás... es un asunto bastante complicado... y muy serio...

Se metió las manos en los bolsillos y le sostuvo la mirada durante un largo lapso, sintiendo la tensión en el aire. Frunció el ceño y se acercó unos cuantos pasos a Suiza.

─ El asunto es... Chocolate

¡Porque con el chocolate no se bromeaba!

Spoiler: