[R18] En la casa de Chile

El cuarto estaba inundado del calor que ambos cuerpos se brindaban, jadeos y mas jadeos, no era suficiente para su adolorido cuerpo, realmente iba a matarlo por esto, sin embargo no hacia nada por detenerlo, las manos de Manuel fueron a ir a sus brazos intentando separarlos mientras su miembro salia de su cuerpo, no queria que lo viera pero ya ni siquiera tenia las fuerzas para decirle que no o simplemente se estaba dejando arrastrar por él. Fueron movidos sus brazos, podia sentir su cara quemando y tal vez imaginarse su rostro de un color rojo brilloso, intento mirarlo para luego volver a sentir su hombria entrando a su cuerpo nuevamente, causando las mismas reacciones que antes en él, solo que menos dolorosas.

Como habia mandado ahora se movia mas veloz, podia oir perfectamente el sonido de sus cuerpos muy por encima de sus propios gemidos, sus labios volvieron a unirse como tantas veces en ese día, paso sus manos a su rostro, parecia la unica forma de callar los gemidos y la verdad, amaba esa formula. Las palabras que salian de aquellos labios hacian que la verguenza se adueñara de nuevo de él, a veces podia ser tan vergonzoso lo que decia pero...era su forma de ser y asi lo amaba.

-Nadie va a tocarte, ni sentirte, ni mirarte ni darse el lujo siquiera de pensar en tu nombre, solo yo-

Sintió como el corazón había dado un fuerte golpe, que palabras mas egoístas...y aun así, las mejores para él, unas pequeñas lagrimas salieron de sus ojos y sonrió apenado.

-c-creo que me he vuelto a enamorar...- Ahora comprendía la expresión "loco de amor", era lo mas seguro que le estuviera pasando. ¿Cuantas veces mas podía enamorarse de la misma persona? Si fuera Manuel, seguramente serian infinitas veces...


Apretó la quijada para ahogar un grito y evitar tensarse más, sostuvo su cadera con una mano para poder empujarle más hacia adentro, imposible rechazar un dolor como ese, masoquismo dirían algunos, pero aquella gloriosa estrechez era, para él, el más sublime cielo.

Sus muecas de dolor mezcladas con gusto se le hacían tentadoramente llamativas. Inclinándose sobre él no pudo evitar soltar un jadeo contra su piel, embobado por su expresión en la que el placer era exhalado por cada uno de sus poros. Tan delicioso... tan... suyo...

Continúo con el vaivén rítmico que ensanchaban cada vez más las calidas entrañas del ajeno interior. Ni en tantos años de haberlo imaginado pudo haber prevenido algo tan endemoniadamente bueno por parte de la persona menos esperada.

Sus instintos, por tanto tiempo reprimidos volvieron a florecer al escuchar sus palabras, lo encantaban, simples, pero le chocaban haciendo oír las palabras más poéticas del mundo, en movimientos algo torpes a causa de la emoción su mano que sujetaba su cintura acabo por deslizarse de nuevo por su cuerpo, jugueteando con sus pezones por instantes, antes de bajar a tomar su sexo, sujetándolo con fuerza en su mano, la cual comenzó a mover al mismo ritmo anterior, ascendente y descendente, presionando la punta con su pulgar, mientras sus movimientos se intensificaban cada vez más.

Sus pensamientos se cortaron al notar que la rapidez de sus movimientos iba en aumento, le ardía, el dolía, pero aun así no quería acabar.

Nuevos gemidos salieron a flote, ¿cuantas veces ya iban? no tenia idea, llevo las manos a sujetar las sabanas, era una mezcla de dolor y placer al mismo tiempo, aunque mas placer que dolor, los suspiros no dejaban de salir de sus labios, sintió el jadeo contra su piel haciéndolo estremecer, las piernas poco a poco se iban abriendo dándole mas libertad a sus movimientos.

Las manos de él, volvieron a subir hasta sus pezones jugando con ellos, haciendo que otros tantos suspiros salieran, era demasiado para él, sobre todo después de ver de reojo como volvía a tocar su miembro con el mismo descaro de siempre, estimulándolo, cerro los ojos con fuerza tratando de ahogar sus gemidos que por su puesto no funcionaba en ningún sentido, ya no tenia fuerzas, un calor comenzaba a invadirlo en esa zona, comenzaba a preocuparse que lo peor estuviera a punto de suceder, los movimientos eran cada vez mas veloces, no iba a soportarlo por mucho mas.

-...y-yo...- desvió la mirada avergonzado haciendo unos pequeños gestos de dolor y placer al mismo tiempo, jadeo un poco mas antes de poder seguir hablando - m..me v-vengo...- dijo casi en susurro mas para si mismo que para Manuel.

Pero sabia que lo había escuchado, mordió su labio inferior totalmente avergonzado, los músculos comenzaban a tensarse, una sensación totalmente nueva para él, de seguro hoy había aprendido mucho..y de que manera.

Si era tan lindo, sus expresiones, su voz, la forma en la que hablaba, cada uno de sus movimientos hasta el más insignificante estaba quedando gravada en su memoria, la que se aseguraría pasara a la de largo plazo, ya que la otra unos segundos no más duraba y se cortaría las venas si es que llegaba a olvidar una sola parte de tan maravilloso día.

Dejo las palabras, no podía, necesitaba todo para poder respirar y no caer a medio camino, su cuerpo se tenso por completo y apenas tenía conciencia de la hora que era o si aquello era un sueño como muchos otros…

Respiraba con fuerza con penetraciones brutales que movían toda la cama haciendo que las tablas de esta rechinaran de forma molesta, pero a las que no le pondría mucha atención.

Su cuerpo le pedía más rapidez, una que no era capaz de conseguir, pensó que la tortura y la sensación de llegar no vendrían nunca, pero tras unos minutos más su cuerpo quemo por completo…Tomo aire agotado en un intento por recuperar el aliento, se había corrido dentro de el, había pensado en salir de su cuerpo, pero se quedo ahí, pero que ya no sería tan estrecho, pero se equivocaba, los espasmos que tenía hacían que su cavidad ejerciera presión sobre su miembro.

Apenas se percataba del frío del cuarto, solo se dio cuenta cuando suspiro y una pequeña nube de vapor tibio se formo a su alrededor, con el cuerpo mojado en sudor y otras cosas no paro de masturbarlo queriendo todo lo suyo…

-Te amo….novedad-Sonrío de forma leve al verlo a los ojos

Quemaba, no iba a aguantarlo mas, cerro sus ojos dejando salir un gemido un poco mas fuerte que resono por toda la habitación, apretó fuertemente las sabanas tenia tanto miedo y verguenza de hacerlo, cosa que parecía que poco le había importado a su amante, viniéndose dentro de él, podía sentirlo dentro era increíblemente extraño, su cuerpo no podia dejar de estremecerse.

Era difícil respirar, ya se comenzaba a notar el frio de afuera por el vapor que salian de ambas bocas, que raro, el se sentía ardiendo incluso estaba sudando, bueno, no era el único. Sus ojos apenas podian permanecer abiertos, queria salir corriendo, no queria que sucediera lo inevitable era vergonzoso, pero sabia que si por algun motivo lograba escabullirse de él, no podria ni siquiera avanzar un paso con tal erección, probablemente terminaria en el piso llorando pidiendo que lo hiciera por él, eso era aun peor.

Su miembro volvio a ser tomado por esas manos, suspiro quedamente, estaba exhausto de contenerse y ser masturbado, su cuerpo volvió a tensarse una vez mas, para luego sentirse ligero, sí, lo había hecho, su rostro estaba completamente rojo y respiraba agitadamente.

Le devolvio la mirada avergonzado, soltando poco a poco las sabanas que se habian arrugado por apretarlas tanto.

-y yo a ti...- jalo de la mano que no estaba tocando su hombría para acercarlo a él y levantando un poco su espalda para unir sus labios y pasar sus brazos por su cuello.

“Mierda” Pensó después de ese beso por que no sabia como, pero en algún momento le había entrado un ataque de verguenza, claro que después de toda la pasión viene el análisis y el ya conocido “Puta ¿Ese weon era yo?” Y ahora más que nunca se aplicaba en el. Sus mejillas se tiñeron de rojo, por que tenía un gran dilema ¿Cómo lo hacía para vestirse sin mostrar nada? Casi río, le había visto todo ya, desde los pies, pasando por esas piernas peludas y otras cosas aun más velludas en las que no quería pensar, estomago, pecho, etc, etc, etc. Pero aún así, no quería que lo viera…aaaggg tanto pudor saliendo de las mismísima nada, odiaba su funcionamiento cerebral.

-Ashussss-Estornudo al pasarle un frío por el cuello, se estaba tan calentito pegado a su cuerpo, tibio, suave, pegajoso… ¡vale eso no! Se quedo ahí abrazado un rato, relajando la respiración, a pesar de querer salir arrancando para tomar los primeros pantalones que pillara, estar ahí tampoco era una mala opción, si nadie se movía nada se veía (?)

Se pregunto que estaría pensando en ese momento, con calentura se dicen muchas cosas, creía en todo lo que le había dicho, pero no le hubiera gustado que tuviera ahora contradicciones y culpabilidades, hubiera dado una jaba de cerveza por poder tener el don de leer mentes tan solo unos segundos.

-..s-salud..- ¡ah demonios! hacia frio, después de tanto por fin lograba sentir ese frio abrumador, quería regresarse a su casa, ahí si hacía calor que hasta cáncer a la piel podía darte (?) no estaba acostumbrado a esas temperaturas, pero en sus brazos se sentía tan bien...sus ojos comenzaron a cerrarse poco a poco, el sueño comenzaba a apoderarse de él, meneo un poco la cabeza tratando de despabilarse, no quería dormir, pero era tan vulnerable a este.

Apoyo su cabeza en su hombro sin pensarlo y dio un pequeño bostezo, cerrando los ojos lentamente, solo a él podía ocurrírsele dormir en ese momento, como acto reflejo jalo un poco de las sabanas y las acerco a él, cubriéndose cierta parte del cuerpo.

El cuerpo le era liviano y su cabeza ardía, antes de poder cerrar los ojos se dio cuenta “me enferme…” su respiración estaba un poco agitada. Este cambio lo había puesto mal, de un calor infernal en su casa, había ido a parar en un lugar que hacia un frio como el del polo norte, el estar en la bañera, el estar en su…cama, la transpiración y demás, había sido un golpe tremendo. Con el último esfuerzo que pudo dar antes de quedarse dormido susurró -...te...amo..-

Gruño mientras sentía levemente con la cabeza con la pena corriendo por sus venas ¿Se iba a dormir? Bueno, eso no era algo de lo cual preocuparse, podría estar cansado y lo comprendía bastante bien, incluso el se sentía agotado después de llevar en una serie de eventos fuera de lo común desde la mañana, aunque le hubiera gustado juguetear un poco más.

"No me moriré mañana" Se animo así mismo dejando que se apoye mientras tocaba su mejilla, podía sentir su respiración agitada...eso lo descoloco, tenía el rostro más caliente de lo normal, por unos pocos minutos no le pareció raro, pero al rato ya no era algo que dejar pasar. Se movió con cuidado para no despertarlo apoyando su cabeza suavemente contra la cama y puso su mano sobre su frente.

"Tiene fiebre" Pensó, hacía frío, había sido algo descuidado con el olvidando el clima calido que tenía en estos últimos días. Suspiro con culpabilidad y sin hacer movimientos bruscos se levanto de la cama para ponerse al menos unos pantalones. Con los jeans se apresuro a cerrar la ventana dandose un feo pencazo en el camino contra la esquina de un mueble en el dedo pequeño de su pie. Se aguanto el grito con todas sus fuerzas...

-Mierda...-Maldijo en voz baja y volvio a su lado. Antes de siquiera ver cuanta fiebre tenía lo cubrió para que no se enfriara. Se acerco y le beso en la frente.

-Espérame…voy a buscarte algo pa bajarte la fiebre-No creyó que le escuchara, pero de todas formas se lo dijo, no quería que se despertara y que no lo viera ahí, salio a grandes y silenciosas zancadas de su cuarto, no recordaba tener nada.

Apenas logro escuchar su voz, detestaba estar enfermo, solía pasarle muchas veces, pero precisamente en esos momentos era injusto.

Trato de acomodarse un poco con las sábanas, quería tenerlo cerca, a duras penas logro ver como se iba por la puerta tratando de no hacer ruido, dio una pequeña sonrisa, al menos sabia que se preocupaba por él, aunque dudaba mucho de que tuviera algo para su fiebre, recordaba cuando el se enfermaba y tenia que ir corriendo a a cuidarlo, esta vez había sido descuidado en no haber tomado en cuenta el clima, dio un pequeño suspiro y sin poder evitarlo estornudo, un pequeño escalofrió le paso por todo el cuerpo y jalo un poco mas las sabanas cubriéndose completamente hasta la cabeza.

Le dolía la cabeza terriblemente, odiaba esa sensación tan molesta. Y su cuerpo de alguna forma se sentía raro...¡oh claro! sus mejillas se encendieron mas de lo que ya estaban, no tenia ropa, saco su cabeza por encima de la sábana para ver en el suelo su ropa..bueno, la ropa de Manuel, porque la suya seguía mojada. Con esfuerzo se acomodo la sábana alrededor de su cuerpo y comenzó a gatear hasta la orilla de la cama, para alargar su brazo e intentar coger su ropa sin tener que pararse, sintió como se movían las cosas y antes de poder coger la ropa ya veía perfectamente como el cuarto daba vueltas y lentamente caía al suelo con la ropa en las manos.

Se quedo un rato en el suelo mirando sorprendido la cama para luego cerrar sus ojos quedándose dormido nuevamente abrazando la ropa.

Busco por todos lados, cocina, baño, comedor, incluso fuera de la casa, pero no tenía nada, las únicas hierbitas que tenía a mano eran algo de mate y menta, fuera de eso tabaco ¡Pero no le podía dar tabaco! ¿O si? Claro que no, se dio un cabezazo contra la pared por pensar semejante estupidez. No había de otra así que solo calentó agua, hasta que escucho un pencazo que le dio el susto del día.

-Ctm…-Corrió para subir por las escaleras a toda prisa enterrándose una astilla en el camino, siempre que estaba apresurado le atacaban las mil pestes del mundo. El pasillo se le hizo eterno hasta que por fin llego a su cuarto y se encontró con Miguel en el suelo. Ni gritar ni preguntar, sin perder tiempo se arrojo al suelo y con cuidado lo tomo para apoyarlo sobre sus piernas y estrecharlo entre sus brazos.

-Oyeee ¿Qué estai haciendo?-Le sonrío mientras lo iba despertando, un buen cornete tendría que mandarle por hacer semejante barbaridad, pero le daba pena ser rudo con el, después de todo era Miguel quien siempre lo cuidaba cuando el estaba enfermo, si los papeles se iban a invertir que al menos lo tratara de hacer bien.

Le toco la frente, la tenía tan caliente. Se puso de pie, tan pequeño y que pudiera llegar a ser tan pesado, lo dejo en la cama y bajo rápidamente a buscar agua y subir como flash.

-Este ha sido un día de locos-Dijo con una risa mientras colocaba un paño húmedo en su frente y se sentaba en el borde de la cama para tomar su mano.

-Discúlpame, no tengo nada más que darte. Si te sientes muy mal podría llevarte al hospital o a tu casa, como prefieras-No, no quería que se fuera, quería tenerlo ahí por quien sabe cuanto tiempo más, pero hubiera sido ser egoitas, no podía arriesgarlo, entrelazo sus dedos con los suyos antes de volver a cambiarle el paño de lado.

-Oyeee ¿Qué estai haciendo?-

Abrio los ojos lentamente para encontrarse con una calida sonrisa, no pudo evitar sonreir tratando de corresponderla aunque estaba seguro que su cuerpo estaba temblando y su rostro aun le quemaba.

Sintio su mano fria sobre su frente, tal vez podia su mano acabar con esa tonta fiebre pero esta no duro para siempre en ese lugar, antes de darse cuenta ya estaba entre sus brazos apenas podia mirarlo para luego volver a la cama. En un segundo estaba ahi, cerro sus ojos y los volvio a abrir, ya no se encontraba, para volver a cerrarlos y abrirlos nuevamente y encontrarlo ahí a su lado, haciendo que volviera a tranquilizarse.


Podia escuchar su suave voz, no acostumbraba a escuchar ese tono tan suave, mayormente eran gritos, entrecerro un poco los ojos y sonrio levemente en señal de afirmación a lo que decia, sintiendo el humedo paño en su frente, algunas gotas escurrian y mojaban sus cabellos.

¿Llevarlo al hospital o a su casa? pero si se sentia tan seguro ahi mismo, en ese cuarto, con esa persona, con esa mano tan cálida. Jalo un poco las sabanas con la mano que estaba libre cubriéndose mitad del rostro, con la cara roja.

-..q-quiero quedarme contigo..es lo único que necesito- estaba completamente seguro que si se quedaba con él, todo malestar iba a pasar.

Sintió que se le paro el mundo, la respiración y hubiera sido algo más de no ser por que sabia que en ese estado mucho no podía pasar. Se sonrojo y esquivo la mirada, a pesar de todas las cosas lindas que se habían dicho en un lapsus de unas horas le seguía pareciendo vergonzosa, aunque eso no decía para nada que no le gustara escucharlas o decirlas.

Le volvió a cambiar el paño, no estaba bien, eso lo sabia incluso el siendo un huaso ignorante, se hecho a su lado y lo abrazo sin poner peso, apoyo so rostro al otro lado de la almohada viéndolo de lado, suspiro profundamente, no podía dejarlo así por más que insistiera en quedarse con el.

-¿Tai seguro?-Pero pregunto en vano, sabia de hace rato cual sería su respuesta y dudaba que cambiara en gran parte, pero su conciencia no le dejaba tranquilo, si no hacia algo por el en un día tan importante se sentiría miserable el resto de sus días. Cerró sus ojos…

¡Por la mierda! ¿Por qué tenía que vivir tan a la chucha del mundo? Las comunicaciones eran complicadas…O sea sí, tenía miles de ventajas ser quien era y vivir donde vivía (¿Eso tenía sentido?) Pero en casos así odiaba todo lo que le rodeaba incluso el mismo…

-Si en un rato mah no te senti mejor, te voy a llevar al hospital aunque no querai-Le advirtió sin soltar su agarre, supuso que tendría una neuralgia de horrores por lo que evito tocarlo demasiado, no había algo más insufrible que te fueran manoseando cuando el cuerpo entero te dolía.

“Debería hacer fuego” Pensó, hacia tanto tiempo que no usaba la chimenea de su cuarto, ya era como un lindo posa vasos y demás cosas de sospechosa procedencia, pero la situación lo requería, ojala el caño no estuviera tan sucio o el cuarto se transformaría en una humareda.

-Perame, vuelvo al toque-Salio de la cama para acercarse a un baúl, la leña perfectamente cortada seguía ahí, desde hacia el invierno pasado, saco unos troncos y los arrojo al suelo para juntar las astillas que tenía en la parte baja de este. Encendedor, ni un problema, papel…pfff para algo estaban las cuentas (?)

Amuño varias hojas, cartas que jamás había abierto, todas de personas que no tenían importancia para el, por lo que la molestia ni se las dio, papeles de regalo y apilo las astillas formando una cúspide con las puntas. Abrió el tiraje al máximo dándole unos golpeteos a las paredes de la chimenea y quemo el papel con el encendedor, este ardió enseguida y soplo con cuidado, estaba tan secos del cero uso que tenía que no tardo más de unos minutos en que agarraran pinta. Le hecho dos troncos y asunto arreglado, puta que era capo pa esa wea. Tan pro pa algunas cosas, ojala lo fuera en todas.

-Te hice algo de fuego para que se te pase un poco el frío-

El rostro ya le era lo suficientemente caliente como para que ahora estuviera a su lado, haciendo que este todavia subiera la temperatura, tal vez estar ahi no era tan seguro como su mente estaba planteándole, su corazón se le aceleraba teniéndolo al lado pero considerando en el estado que se encontraba lo mas posible era que no se diera cuenta de eso y pensara que fuese su respiración agitada.

-no te preocupes, me siento mejor...- dio una pequeña sonrisa tratando de calmarlo pero conociéndolo eso no iba a ser suficiente y como había dicho terminaría en el hospital, era lo que menos quería, en primer lugar no quería irse y en segundo ese lugar le ponía la piel de gallina, en ese sitio donde morían mas personas de las que sobrevivían y esa agujas, no, no, y las medicinas, ¡ugh! prefería morir antes que ir a ese sitio, por eso siempre intentaba cuidarse al máximo, pero el ser tan propenso a enfermarse era un problema.

De pronto mientras estas ideas estaban por su mente, apilando tanta información contra los hospitales como fuera posible desde lo mas inteligente hasta lo mas absurdo, ya no lo sentía a su lado, volteo a ver que hacia..¿que estaba haciendo? parecía que estaba prendiendo la chimenea, apilaba un montón de hojas que parecían ¡¿cuentas?! ¡¿cartas?! dio un pequeño suspiro, de acuerdo, lo sabia..o al menos tenia el presentimiento que nunca pagaba las cuentas y que tampoco era el tipo de persona que leyera cartas, esperaba que una carta que le había mandado en su cumpleaños no estuviera ahí, ya que nunca recibió un agradecimiento, ni respuesta.

En el cuarto comenzaba a dar un poco de calor, se sentía tan bien, le agradaba tanto.
Se cubrió bien con las sabanas entrecerrando los ojos.

-gracias...- dijo casi durmiéndose, volteo a verlo y soltó una pequeña risita avergonzado- ¿v-vienes?- hizo un campo para que entrara a dormir con él. Se sentía como en los viejos tiempos cuando dormían juntos, claro que esta vez seria diferente, porque sabia lo que sentía por él y ya no era tanto el verse como hermanos.

En esa noche lo había comprendido, tras verlo desde la chimenea ahí sobre su cama, no eran las circunstancias más gráciles ni románticas, estaba lejos de cualquier aspiración poética, pero era aquel anti todo lo que más le gustaba...que contradictorio...Se hubiera quedado horas filosofando sobre ello, pero tenía cosas que atender.

-Vale-Asintió obediente ante su petición, estaba seguro de que el había recordado lo mismo. Solían hacer tales cosas de niños, dormir juntos, cuantas noches paso junto a el con la más innata inocencia. Llevaba años sin hacer algo así, se había perdido momentos tan únicos por su orgullo y falta de madures.

Llego incluso a recordar en el corto trayecto de la chimenea a la cama, una noche helada como esa, en la que todo había sucedido de otra forma, había sido él el que se había refugiado entre sus cobijas a causa de una horrenda pesadilla. Era una estupidez ahora que lo analizaba bien...Era muy fácil de asustar en aquellos días, solo que jamás aganchaba moño. Apenas vislumbraba la edad que tendría, apenas unas cuantas escenas precisas rondaban en su mente, un sonrojado hermano dándole espacio a regañadientes en su pequeña cómoda y un mocoso que no paraba de justificar su visita nocturna, cualquier cosa era aceptable, menos el miedo.


-¡Solo córrete!-Ordeno adentrándose a las sabanas y dándole espacio a su almohada, incluso en aquellos días se podía entrever la clase de rebelde que sería algún día.

-¡Y-ya lo hice!-Molesto un pequeño Miguel se daba la vuelta para no verlo a la cara, le estaba dejando un valió espacio dentro de su calentito refugio y el desagradecido todavía iba mangoneándolo.


Esa noche Manuel no soltó su mano, no hizo de valiente, solo busco la protección y el carió que negaba necesitar y que, sin embargo, le hacia tanta falta. Era el recuerdo más directo que tenía, incluso podía llegar a sentir esa suave mano contra la suya, la que iba estampada de sentimiento fraternal.

Cuando se recostó a su lado repitió el gesto de hacia tantos años atrás...se sentía mejor que en ese momento, no había miedo, ni esa desconfiaba ni miedo a mostrarse como de verdad era.

-Me acorde de una wea vieja...-Susurro, entre tanto pensar el cansancio pudo con el y se quedo dormido.

Al oír como aceptaba la invitación no pudo evitar sonreír estaba casi seguro que también pensaba lo mismo que él, su corazón aun latía un poco rápido, iba a ser difícil para él mismo adaptarse a eso.

Sintió como agarraba su mano, recordaba perfectamente ese gesto que alguna vez, tiempo atrás, había hecho de pequeño, entrelazo sus dedos viendo como estaba quedándose dormido, hoy si que había sido un día de locos, estaba totalmente cansado y mas con esa fiebre que ya comenzaba a bajar felizmente.

-si...yo también lo recordé- susurro también, acomodándose a su lado podía recordar como eran de pequeños, la verdad no habían cambiado casi nada, Manuel era un pequeño rebelde y él bueno, siempre la misma persona preocupada por los demás, mirándolo de lado, así como estaba; dormido, no daba a pensar lo rebelde que era, dio una última sonrisa ante aquel pensamiento, antes de caer rendido en los brazos de Morfeo.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Una tenue luz, parecida simplemente a un rayo daba directamente en su rostro, bastante molesto por cierto, abrió los ojos viendo como el cuarto comenzaba a iluminarse, no era precisamente su cuarto, se levanto con pesadez, bastante mareado, odiaba tener la presión alta, levantarse cada día era un problema. Sintiendo que su mano aun estaba entrelazada con otra, volteo a ver, sobándose un ojo.

Ahí estaba, tal como lo había visto por última vez ayer, sumergido en un profundo sueño, rió un poco divertido y acerco su mano libre para tocar ligeramente su mejilla, imaginaba que siendo quien era, odiaba levantarse temprano, así que alejo su mano e intento salir de aquella cama con un poco de dificultad, tratando de no despertarlo.

-¿A dónde vai?-Pregunto con la cara hundida en la almohada. Gruño y le sujeto el brazo para que no se moviera de ahí, ya estaba despierto desde hacia un buen rato, solo que se había mantenido en un dilema “Levantarse o no levantarse, he ahí la cuestión” Sabia que si abría los ojos no iba a poder dormirse, pero ya no había de otra. Con la mano libre se refregó uno de los ojos y lo soltó para sentarse en el borde de la cama. Era bien temprano todavía ¿Ocho de la mañana? O un poco más, lo supuso por como entraba el sol por la ventana. Sin pronunciar más palabras tomo una botella de whisky que tenía sobre la mesa y se sirvió un pequeño vaso para tragárselo de golpe. Al sentirse vivo se puso de pie y estiro los brazos.

-Ayer nomah estabai enfermo, métete a la cama, voy a revivir el fuego y a picar algo de leña pa la chimenea del primer piso-Bostezo con flojera tomando el primer jeans que encontró para luego guardar la cajetilla de cigarros y el encendedor que había dejado sobre la mesa. Rodeo la cama contando los cigarros que le quedaban, tendría que comprar con urgencia una caja más, con los que tenía no le alcanzaba ni para la cena sagrada.

Cuando paso a su lado lo empujo hacia la cama y le arrojo una almohada en la cara, seguido se arrojo enzima y le dio un suave beso en una de sus mejillas sonriendo burlesco.

-O si queri bajar ponte algo, escarcho y te vai a congelar vivo si sales así-Diciendo esto se puso de pie y salio del cuarto.

Bajo las escaleras y se encamino a la cocina, salio por la puerta trasera, hacia un sol esplendido, pero el frío de mierda continuaba, al menos debió de ponerse zapatos y alguna playera.

Movio los pies, podía sentir la escarcha contra su piel…

-Chucha que ta helao-Maldijo prendiendo un cigarro para echárselo a la boca y sobarse los brazos desnudos. Pero valía la pena congelarse hasta el alma, un paisaje frío y lleno de vida a la vez solo se podía ver a esas horas.

Tras fumar la mitad del cigarro se dio la paja de tomar el hacha, se notaba que llevaba tiempo sin usarla, se la puso en el hombro y se acerco hasta la leñera tratando de no caerse con los resbaladizo que estaba el pasto a causa del hielo.

Empezó a tallar, ponía un tronco sobre otro y con uno o dos golpes era suficiente para partirlo. Entre cada uno se daba tiempo para fumar, no le gustaba hacerlo dentro de la casa por que le olor quedaba impregnado.

Estaba a punto de bajar de la cama cuando sintió su mano en su brazo, su cara se puso totalmente roja ¿desde cuando llevaba despierto? -ah..bue..buenos días..- no iba a responder..aunque era bastante obvio..al menos para él, iba a preparar el desayuno.

-pero si ya me siento mejor...- estaba avergonzado de que tuviera que cuidarlo, eso lo hacia sentir un poco inútil, se había quedado en su casa, se había puesto su ropa, le había tenido que hacer fuego para que se sintiera calentito, le había puesto paños húmedos en la cabeza para la fiebre y el no había hecho absolutamente nada por él. Simplemente lo observo como rodeaba la cama, contando sus cigarros..¿tan temprano?. De pronto antes de que se diera cuenta estaba tirado en la cama y con la almohada estampada en su cara.

Cerro su ojo derecho al sentir aquel beso en su mejilla, no se lo esperaba, se toco la mejilla viendo como salia de la habitación.

uhmm..¿que debía hacer? ¿meterse a la cama o preparar el desayuno? seria muy desagradecido si se volvía a meter a la cama, así que se puso las primeras ropas que encontró (las mas abrigadoras posibles), esperaba que no le molestara y como se lo imaginaba...le quedaban grandes..pero eso no importaba mucho ahora.

Bajo las escaleras para ir a la cocina. Comenzó a buscar la sarten..no había ni, miro en el lavabo, oh si..dos o tres sartenes y todas sucias..con algo irreconocible para sus ojos con un color a musgo, suspiro y cogió una de estas para comenzar a sacarle el resto de lo-que-sea-que-fuese-eso que tenia encima para darle una lavada, ¡¡el agua era totalmente fría!! parecía que recién sea había descongelado, ya podía sentir como mil agujitas en su mano, se seco con la primera toalla que encontró y prendió fuego para la hornilla poniendo encima la sarten esperando que se secara y llendo por unos huevos, para depositar el interior de estos en un recipiente y batiéndolos con un tenedor, puso aceite encima de la sarten ya seca y paso a poner dentro de una tetera el agua para que hirviera. Busco en el frigider nuevamente...uhmm..salchichas, eso serviría. Las corto en rodajas y agrego a la mezcla de huevos sal y pimienta para ponerle encima las rodajas de salchichas, notando que el aceite ya estaba caliente lo puso encima esparciéndolo. Miro por la puerta que estaba a su costado, esperando a que volviera, no se atrevía a salir...sabia que le daría una pulmonía si salia de la cocina, y eso que ya le parecía bastante fría, ¿como aguantaba ese frió con solo un polo SIN mangas para colmo?

Lo peor de todo era cargar con los troncos y sentir que los pies se le fulminaban con el hielo, por andar de valiente se le estaba paralizando todo, y cuando decía todo era literalmente TODO.

Cuando dejo toda la leña apilada en la entrada dejo el cigarro en el suelo y entro a la casa, podía notar el calor inexistente de esta acompañada de un buen olor matutino.

-¡Calor!-Grito corriendo hasta colocarse detrás, abrazarlo y buscar contacto con su piel tibiecita, ahora si sentía el peso del frío, sobretodo en las manos, le estaban quemando, típico resentimiento del sur, era una wea que odiaba de la escarcha...que te quemara.

-aaaaww que huele rico-Apoyo su rostro en la hendidura de su hombro cerrando los ojos posando maldadosamente sus manos en su estomago a sabiendas que las tenia como un bloque de hielo.

Que escena más tranquila por la mañana...eso le hacia pensar en lo raro que se estaba poniendo, tan amorosito asi de pronto, dando abrazos besos el otro jeton haciendo el desayuno, parecían una pareja de recién casados, eso que llevan su vida de bills y pap a pura miel hasta que pasa el mes. Puso una mueca de fastidio en tanto no lo miraba, esas ideas siempre le revolvían el estomago, eso de ir encerrándose no era lo suyo, si a Manu le quitaban mucho su libertad acababa por aburrirse ¿Pasaría en este caso?

Suspiro mirando la puerta, aun no venia, y comenzaba a oler la tortilla, cogió la espátula y dio la vuelta a esta, se sentía tan tranquilo...de alguna manera era una mañana tranquila, aun con todo ese frío espantoso, para él estaba muy bien..claro, siempre y cuando estuviera calentito.

Todo tan tranquilo..hasta que interrumpió su grito, casi dando un salto podía ver como lo abrazaba tocando su piel, ¡ah! pero si estaba tan calentito..sus mejillas se sonrojaron, bueno..ahora lo que estaba caliente era su cara.

Sintió como apoyaba su rostro en su hombro y posando sus manos en su estomago, haciendo que le recorriera un pequeño escalofrió.

-e-estan h-heladas..- dijo avergonzado, si..que poca resistencia contra el frío pero ¿que podía hacer? ¡¡tenia frío!!. Apago el fuego de la hornilla y lo miro de reojo aun sonrojado.

-..¿quieres desayunar ya?- ah...esa escena se le hacia tan familiar...pero de algún modo, se sentía como una esposa recién casada, ese tipo de noviecitas indefensas y pequeñas, dispuestas a todo por su hombre, un escalofrió le recorrió por toda su espalda, ¡él no era así!...hacia bien los quehaceres y le gustaba mucho hacer ese tipo de cosas por él..¡¡pero él no era así!! ¿verdad?

El sonido del pito de la tetera comenzó a sonar, haciendo que todas esas ideas se esfumaran, apago la hornilla y lo miro..."¿como se supone que te haga el desayuno si estoy atrapado?...¡AH! ¡NO PENSÉ ESO! ¡NO LO PENSÉ, NO LO HICE!!" pensó moviendo un poco su cabeza, maldita sea..la idea de la noviecita indefensa, pequeña y leal volvía a su mente...y ya no parecía tan lejana...

-¡Ya, ya te suelto!-Levanto las manos como aquellos delincuentes arrinconados, se fregó la nariz y no le dio más vueltas al asunto, no quería empezar mal la mañana ni pensar cosas que le harían ponerse de mal humor.

No le ayudo a poner la mesa ni nada, una por que le daba flojera hacerlo y cuando quería comer apenas si usaba un plato, segundo tenía que hacer fuego en el primer piso o el peruano se le volvía un cubo de hielo, por como el sol se iba tapando con esas nubes oscuras podía ver que iba a caer nieve, cerca de unas dos o tres horas más. Tan acostumbrado estaba a ese clima tan cambiante que le era fácil adivinar el tiempo. Lo haría mucho mejor que las cubanas por la tele...aunque no igual de atractivo..

No le tomo más de unos minutos hacer una fogata dentro de la chimenea grande del comedor, aunque iba a tardar su buen rato en poder calentar decentemente.

-Va a nevar, piénsate si todavía te quieres quedar-Tenía que advertirle, si no le gustaba ese frío no sabia la que le esperaba con una ventisca como las que atacaban el sur así de repente. Arrojo la caja de cigarros sobre el sofá junto al encendedor y se sentó vagamente en la mesa echándose sobre esta.

-Te puedo dejar a mitad de camino-O al limite en pocas palabras, no le gustaba mucho pasearse por ahí, pero podía hacer una excepción...si se trataba de el...

Lo miro un poco, no tenia muchas ganas de irse, pero había sido muy amable dandole la advertencia, asi que sonrio un poco llevando las tortillas y un café recién hecho a la mesa.

-gracias- dijo acomodando los platos, llendo de nuevo por unos cubiertos para ponerlos encima del plato y jalar la silla para sentarse y poner sus manos sobre sus piernas mirándolo de reojo un tanto avergonzado - me iré ni bien termines de desayunar...- sonrió un poco para si mismo mas que nada.

Miro sus ropas, si, eran las de él, ojala su ropa estuviera seca, cerro un poco sus ojos algo cansado, le dolía el cuerpo un tanto, había sido un bruto ayer el chileno...pero él había sido un estúpido por haberse dejado, vergonzoso...bajo un poco la cabeza sin estar seguro de que hablarle, mirando el suelo, se levanto de la silla.

-Bueno, entonces iré a cambiarme de ropa - claro, si es que esta no seguía mojada...probablemente estaría húmeda por aquel frío pero no podía quedarse con la ropa de Manuel..¿o si?..¡NO! eso seria abuso de confianza...aunque el había hecho algo peor...¡ah mierda con esto!

Sin pedirle consentimiento fue corriendo a subir las escaleras, subiendo los escalones un poco torpe, con alguna que otra resbalada, pero llegando al pasadizo y por fin, al cuarto. Miro por todo el cuarto hasta dar con él, se acerco y ...si... seguía mojado...

Cogió la ropa y volvió por donde había ido, llendo bastante desanimado donde Manuel con un leve sonrojo.

-uh..s-sigue mojado...-

¿Por qué tenía que cocinar como los dioses? No sabía si odiar o amar eso, ya que apenas saliera por esa puerta volvería a comer pan y mantequilla. Lo que era ser un ignorante en la cocina, al menos le quedaría el recuerdo del sabor hasta que lo volviera a ver, lo bueno es que eso sería dentro de poco...

"Eso nadie te lo asegura, estúpido"

Se había estado callado, el tenía justificación, estaba comiendo, pero Miguel no, le hubiera gustado saber que pasaba por su cabeza que encontraba más divertido mirar al suelo.

-Hm...-Murmuro a cambio de un "si" lo vio atentamente subir las escaleras y quiso reír por su torpeza, sinceramente esperaba que la fuerza de la naturaleza le concediera alguna vez algo bueno que no fueran terremotos, explosiones volcánicas ni maremotos, pero con la cueita que se gastaba era mucho pedir. Suspiro mirando el resto de café como si le hubiera hecho algo imperdonable, si solo pudiera partirla en dos...hasta que aparecio quien le robaba pensamientos...U

-Ah...puedes llevarte mi ropa si quieres, así tendré una excusa para ir a quitártela a tu casa-Vaya, eso iba con alto contenido sexual, bufo negando con la cabeza, lo había dicho inocentemente...hasta que se lo pensó dos veces y le encontró el chiste. Que juego con lo subliminal.

Lo miro fijamente con la taza de café entre sus manos, el calor de la chimenea por fin se hacia notar, ya no salía vapor de ninguno por la respiración. Lo había visto ayer de esa forma y habría jurado que no sería igual por la mañana, pero el estomago seguía haciéndole cosquillas… ¿Tan enserio iba? Le costaba creerlo de si mismo, vale, lo amaba ¿Pero...tanto? Fingió que nada pasaba y acabo de beber el café.

-¿…Y?-

Sonrió levemente, ¿lo iría a buscar?...bueno, se veían pero no tanto..eso lo alegraba mucho, poca importancia le tomo al detalle de la frase que siendo sincero resultaba bastante indecente...aun así, no se sentía a gusto llevándose su ropa..ademas si regresaba a su casa ¿quien le aseguraba que no se encontrara con alguien? ....eso seria demasiada mala suerte y como él era un talismán de mala suerte, podía ocurrir de todo. Trato de apartar aquellos pensamientos, siempre era así de pesimista con las cosas, tal vez por ese tipo de pensamientos atraía las desgracias..


El calor comenzaba a notarse, ya casi no sentía frió, claro que no lo suficiente como para andar con un polo suelto a diferencia de otro. Su mirada se estaba fija en él. Eso lo puso nervioso y esquivo la mirada rojo de vergüenza.

-ah? uhmm..¿y? p-pues no se..- oh si, vaya que lo había hecho, no tenia idea de que se refería con ese "¿y?" ¿tal vez a que se fuera? era lo mas probable, se la había pasado tanto tiempo ahí o eso pensaba él.

-bueno...entonces yo ya me voy- dijo apenado dando una leve sonrisa, tenia pensado decir la típica frase "gracias por todo" pero no se le hacia muy conveniente decirla..lo mas probable por lo que había pasado, así que seria mejor dejarla para otra ocasión. -puedes venir a recoger tu ropa cuando gustes, mas bien, avísame para preparar algo ¿si?- apretó un poco las ropas, no estaba seguro si pedirle que lo acompañara al limite para que regresara a su casa, era pasarse un poquito de la raya en sus conceptos "abuso de confianza", camino hacia la puerta y la abrió, tremenda ventisca que se hacia brrrrr~ ¡ frió!, dudaba si debía salir o no.

-Perate un poco-Le gruño mientras se levantaba para subir corriendo las escaleras y a diferencia de otros no casi matarse en el intento. Se apresuro lo más que pudo así que por su bien que siguiera allí abajo. Era un camino largo y con lo que traía acabaría con una hipotermia segura, más cuando parecía ser tan delicado contra el clima. Bajo de un salto y se acerco para plantarle un gorro, se lo acomodo con torpeza y le enredo una bufanda al cuello hasta cubrirle la nariz.

-Te dejo a mitad de camino... ¿Te quedaran mis botas?-Trajo unas que usaba hacia algunos años atrás, cuando era más bajo, eran de nieve, no servían mucho contra el frío en los dedos, pero al menos aseguraban pies secos hasta llegar al destino. No le gustaba ir coleccionando cosas como esas, pero tenía un recuerdo especial con ellas, habían sobrevivido los inviernos más crudos de la zona Austral y jamás le habían fallado.

-No encontré ninguna chaqueta que te quedara, pero te vai a poner una igual-Le entrego una mientras se acomodaba sus propias botas, no era friolento, pero ni cagando se arriesgaba a salir como si fuera otoño. Le dejo otras cosas sobre la mesa para que se las pusiera, el paseo era medio largo para no prepararse, ya había vivido la experiencia del descuido, por lo que no iba a arriesgarlo a el y más cuando solo hacia unas horas atrás había estado con fiebre.

-Chucha...donde deje mis cigarros-Se palmo los bolsillos encontrando una cajetilla en la chaqueta, sonrío por ser afortunado-Ya, démosle camino-

-gracias..- Dijo agarrando la bufanda algo sonrojado, ¿tanto se preocupaba por él? Sonrió un poco, cogió la chaqueta..grande como de costumbre y se la arremango para poder ponerse las botas, le quedaban bastante bien, pero no parecían ser las que usara, se veían algo antiguas...no, eran antiguas, claro, a él no le quedaban sus zapatos, ni sus polos, ni sus pantalones, ni...¡NADA!.

Hizo un pequeño puchero maldiciendo el no haber crecido casi nada <<¡soy el mayor! no es justo..>> se acomodo mejor el gorro que le había puesto y ya estaba...con ropas demasiado grandes, que le colgaban y lo hacían ver mas pequeño de lo que era...pero ya estaba.

Lo vio buscando sus cigarros, realmente fumaba como una chimenea ¿que tan negros estarían sus pulmones? ¿cuanto cigarros se fumaba en un día? ...ojala después de eso no pasara a la marihuana, tembló un poco, esa cosa mataba, pero ya le diría en algún momento que intentara dejar ese habito.

-de acuerdo- respondió, no estaba seguro pero por un segundo miro la mano de Manuel y miro la suya..oh bueno, la manga de la chaqueta y cogió su mano -y-ya podemos irnos..- bajo un poco la cabeza, haciendo que no le viera el rostro rojo gracias al gorro. Ojala no soltara su mano.