In the house of Manuel

Como estaba decidido a no pasar ni un minuto mas como el "Sin amigos" decidio ir a donde el podia interactuar con alguien, alguien a quien le consideraba un "casi-amigo", no, no se trataba de que fuera a la casa de America, no, esta vez iba a mucho mas lejos, con un hijo de Antonio que era uno de los pocos que le trataba bien y que comia su comida, Manuel, esperaba ayudarle tambien un poco pues se habia enterado de que la casa de el habia temblado y casi destruido. Despues de un largo viaje y de marearse por tal cambio de horario llego a la casa de Manuel, sonrio al verla ... aun en momentos como esos las personas eran calidas y las risas de los niños se podian oir, aun que casi todo eso apagado por militares. Camino bastante hasta llegar a la casa de Manuel, toco la puerta y espero a que abriera.

Manuel, era bakan, por eso aunque estuviera todo amembrillado seguía de pie, todavía le dolían algunas cosas y las molestias seguían, pero ni eso iba a poder acabar con el, menos cuando estaba dando tan buena imagen a los gringos y a los envidiosos que tenía por hermanos. Su casa estaba en plena reconstrucción, se había tomado un bien merecido descanso, eso hasta que tocaron la puerta, iba a lanzar varias chuchadas, pero se aguanto y menos mal que se había aguantado por que cuando abrió se encontró con la única cabeza rusia que le caía bien.

-¡Arty, que wena tener aquí! Pasa compa, eres el único rusio al que le abro la puerta con gusto-Lo invito a pasar con una sonrisa de lado a lado casi olvidando que le dolía la pierna al caminar, con tanto movimiento le era imposible no pegarse un pencazo a cada dos por tres.

Sonrio al ser invitado a una casa y por ese comentario, el chileno se veia un poco lastimado pero eso desaparecia al ver la enorme sonrisa que se cargaba. ¿Peculiar no?, los hijos de españa, si se lastimaban no dejaban de sonreir, paso a la un poco destruida pero reconfortante casa de Chile.

- Hola Manuel, traje un poco de comida ¿quieres? -ofrecio pasando a la sala, aunque viendo la pierna del otro, se veia muy lastimada.

Puta que le dolía la wea, pero era de maricones ir quejándose, aunque las ganas no le faltaban, lueguito se iría a morder la almohada un rato ¿Era el o eso había sonado muy fleto? Lo que sea, nadie podía leer sus pensamientos, por suerte…

-Obvio que si, déjalo ahí sobre la mesa y siéntate donde se te de la gana-Le ofreció desde las sillas hasta cojines improvisados en el suelo, cuando le daba la gana de dormir solía caer en cualquier lado, así que era mejor cuidar la pierna por si le tocaba un lugar medio durito donde caer preso de Morfeo.

-No tengo mucho que ofrecerte, el vino se me fue casi todo a la chet, aunque algo de chicha me queda y agua, la cosa anda media mala, pero algo es algo-Levanto los hombros con indiferencia esperando que aceptara algo de lo poco que había, saco dos vasos por si no era tan jaibon y se le antojaba algo más sanito.

Se preocupo mucho, esa pierna estaba bastante mal y se podia notar en su andar, suspiro y dejo una pequeña canasta que traia consigo.

-No gracias manuel, ah por lo del agua .. te traje un poco -dijo sacando varios botellones de agua potable de aquella canasta que traia, aparte de Scoones y otros platillos que no eran de su cocina -Pense que tendrias bastante hambre asi que te traje un poco de cazuela de res - saco las cosas de la canasta y miro la cocina del Chileno, mediana con una buena luz del sol.

Asintió con la cabeza aun con la sonrisa en la cara, pero lo último, lo había dejado helado, tanto trabajo le daba apenas tiempo para comerse un pancito con algo más...el olor...ese nombre, todo lo deleitaba desde lo más profundo...el magnifico poder de una cazuela. Aunque le costo corrió como pudo y en un arranque de emociones se abrazo al rusio original por el cuello.

-¡Aaaahhhh! Es que yo a ti te amo weon, te amo!-Dramatizo sorbeteando por la nariz haciendo uso de su sentido extra para oler carne, suspiro con calma, ya nada era lo suficientemente poderoso como para hacerlo caer de nuevo, era cierto el dicho, guatita llena corazón contento, pero ahora el alma estaba por salirse de su pecho.

-Enserio socio te debo una grande, venía con tu medio diente desde la mañana-

- no me debes nada, anda a sentarte yo te sirvo - dijo poniendo a manuel en una silla, sacanndo varios trastos en donde servir la comida de chile. Sirvio primero la cazuela, a un lado dejo scoones y varios tacos de carne enseguida.
Despues de servir solo se sento y empezo a comer algunos de los Scoones que habia hecho y sirvio algo de agua para tomar.
- ¿Como han estado las cosas Manuel? - pregunto para sacar conversacion.

Esas eran las weas que apreciaba, más que le dieran en saludo, el paz y amor vamos mandando dinero, eran detalles como esos los que de verdad le levantaban el ánimo, el simple hecho de ofrecer un plato de comida era grande...Le hizo caso ¿Pa que hacerse de rogar? Se sentó con cuidado sonriendo al ver lo que tenía al frente y sin dudar un segundo le dio un bocado con ganas, pa el estaba bueno, así que jamás cacharía que onda con los demás países que decían que la cocina no era cosa de británicos.

-¡Excelente! Ahora mucho mejor que de diste una vueltita por aquí-Exclamo feliz mientras soplaba la cazuela para no quemarse la boca.

-Las cosas estuvieran re pencas, pero filo, ya paso. Como dicen por ahí vale madres cuantas veces te caigas-Sonrío de medio lado antes de continuar y colocar especial énfasis en la continuación-Importan cuantas veces estarás listo para levantarte ¿No pensai igual?-Le pregunto echándose la cuchara a la boca disfrutando del sabor.